El alcoholismo en adolescentes y adultos.

Introducción:

El alcoholismo, una enfermedad que afecta a personas de todas las edades, razas y orígenes, ha dejado una huella persistente en la historia. Este artículo explora la definición del alcoholismo, sus características, factores desencadenantes y enfoques para enfrentar esta enfermedad debilitante, tanto en adultos como en adolescentes.

El alcoholismo

El alcoholismo es un tema que ha sorprendido a la humanidad a lo largo de la historia. Esta enfermedad afecta a personas de todas las edades, razas y orígenes. En este artículo, explicaremos la definición del alcoholismo, sus características, factores desencadenantes y cómo se aborda esta enfermedad debilitante.

El alcoholismo, también conocido como alcoholismo crónico o trastorno por consumo de alcohol, es una enfermedad médica y psicológica caracterizada por un patrón descontrolado y compulsivo de consumo de alcohol. A diferencia del consumo moderado o social, donde las bebidas se disfrutan en ocasiones especiales o con moderación, el alcoholismo implica una dependencia del alcohol para funcionar de manera normal. Las personas afectadas por el alcoholismo suelen perder la capacidad de controlar su consumo y continúan bebiendo a pesar de las consecuencias negativas.

Algunas de las características del alcoholismo son:

• Tolerancia: Las personas con alcoholismo tienen una tolerancia al alcohol, lo que significa que necesitan consumir cada vez más para lograr el mismo efecto deseado.
• Síndrome de abstinencia: Cuando intentan dejar de tomar alcohol experimentan síntomas físicos y psicológicos incómodos, como temblores, sudoración, ansiedad y náuseas.
• Pérdida de control: Los que son afectados por el alcoholismo tienen dificultades para controlar la cantidad de alcohol que consumen y con frecuencia beben más de lo que tenían la intención.
• Consumo persistente a pesar de consecuencias negativas: A pesar de enfrentar problemas en la salud, relaciones y vida laboral debido al alcohol, las personas con alcoholismo continúan bebiendo.

El alcoholismo en adultos es un problema de salud pública que afecta a millones de personas en todo el mundo. A pesar de ser una enfermedad grave y ampliamente reconocida, sigue siendo un desafío importante. En este artículo, exploraremos en profundidad el alcoholismo en adultos, sus causas, consecuencias y las opciones de tratamiento disponibles.

En adultos, esta adicción puede tener un impacto devastador en la salud física y mental, las relaciones familiares, el desempeño laboral y la calidad de vida en general.

El alcoholismo en adultos no surge de la nada; varios factores de riesgo pueden contribuir a su desarrollo. Algunos de los factores más comunes incluyen:

• Genética: La predisposición genética desempeña un papel importante en la susceptibilidad al alcoholismo. Las personas con antecedentes familiares de alcoholismo tienen un mayor riesgo.
• Entorno Social: Un entorno en el que el alcohol es fácilmente accesible y donde el consumo excesivo se acepta socialmente puede aumentar el riesgo.
• Estrés y Salud Mental: Las tensiones emocionales y los trastornos de salud mental a menudo llevan a algunas personas a recurrir al alcohol como una vía de escape.

Las consecuencias del alcoholismo en adultos son diversas y a menudo devastadoras como los problemas de Salud Física; El alcoholismo puede causar daño hepático, enfermedades cardiovasculares, daño cerebral y una serie de otros problemas de salud graves.

Uno de los efectos más notorios del alcoholismo en la salud es el daño hepático. El hígado es el órgano principal encargado de metabolizar el alcohol, y cuando se consume en exceso de manera crónica, puede provocar hepatitis alcohólica y, en casos extremos, cirrosis. La cirrosis es una enfermedad grave que causa cicatrices permanentes en el hígado, reduciendo su capacidad para funcionar correctamente.

El consumo excesivo de alcohol también se asocia con un mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares. El alcohol puede aumentar la presión arterial y los niveles de triglicéridos en la sangre, lo que contribuye a enfermedades como la hipertensión y la aterosclerosis, un endurecimiento de las arterias que puede conducir a ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares.

El alcoholismo puede afectar el sistema nervioso central y provocar un deterioro cognitivo progresivo. Las personas con alcoholismo pueden experimentar problemas de memoria, dificultades en el pensamiento abstracto y cambios en el comportamiento. En casos graves, el síndrome de Wernicke-Korsakoff, una afección neurológica debilitante, puede desarrollarse.

El alcoholismo también daña el revestimiento del tracto gastrointestinal, lo que puede llevar a úlceras, gastritis y hemorragias. Además, el alcohol puede aumentar el riesgo de cáncer de esófago, estómago, páncreas e hígado.

Otro problema es aquel referente a la Salud Mental. El abuso crónico de alcohol a menudo se asocia con trastornos de ansiedad y depresión.

El alcoholismo y los trastornos de ansiedad o depresión a menudo están relacionados. Las personas pueden recurrir al alcohol como una forma de automedicación para aliviar los síntomas de la ansiedad o la depresión. Sin embargo, el abuso de alcohol a largo plazo puede empeorar estos trastornos.

Las personas con problemas de alcohol tienen un mayor riesgo de pensamientos suicidas y comportamientos autodestructivos. El consumo excesivo de alcohol puede llevar a episodios psicóticos, como alucinaciones y delirios. Estos síntomas pueden ser temporales o persistir si el abuso de alcohol continúa.

Otro aspecto que afecta el alcoholismo es el impacto en las Relaciones Personales.

Las relaciones familiares y de amistad pueden verse afectadas de manera significativa debido al comportamiento errático y a menudo agresivo de quienes padecen alcoholismo. El consumo moderado de alcohol a menudo se asocia con una relajación en las interacciones sociales y puede facilitar la comunicación. Sin embargo, el abuso de alcohol puede llevar a problemas de comunicación, malentendidos y conflictos.

El abuso crónico de alcohol está relacionado con un mayor riesgo de conflictos y violencia en las relaciones. Las discusiones pueden volverse más intensas y agresivas bajo la influencia del alcohol. El alcohol puede disminuir las inhibiciones y llevar a comportamientos arriesgados o indiscretos en las relaciones, lo que a veces conlleva arrepentimientos posteriores.

Las parejas de personas con problemas de alcoholismo a menudo pueden desarrollar una dinámica de codependencia, donde se centran en mantener la relación a pesar de las consecuencias negativas del consumo de alcohol.

En algunas situaciones, las parejas pueden brindar apoyo y comprensión a quienes luchan contra el abuso de alcohol, lo que puede ser un factor motivador para buscar ayuda.

Problemas Laborales: La pérdida de empleo o la disminución del rendimiento laboral son comunes entre los adultos con problemas de alcohol.

Las personas con problemas de alcoholismo son más propensas a faltar al trabajo debido a resacas, problemas de salud relacionados con el alcohol o la necesidad de satisfacer la adicción. Además, cuando están en el trabajo, su rendimiento puede verse afectado negativamente.

El comportamiento bajo la influencia del alcohol puede dar lugar a conflictos con colegas y superiores, lo que puede dañar las relaciones laborales y afectar negativamente el ambiente de trabajo.

El alcoholismo aumenta el riesgo de accidentes y lesiones en el trabajo debido a la disminución de la coordinación y la toma de decisiones deficientes.

El incumplimiento de normas laborales y las faltas relacionadas con el alcohol pueden llevar a problemas disciplinarios y, en última instancia, al despido. El alcoholismo puede tener un efecto a largo plazo en la carrera de una persona, limitando sus oportunidades de avance y desarrollo profesional.

Muchas empresas ofrecen programas de asistencia para empleados que luchan contra el abuso de alcohol. Proporcionar ayuda y apoyo a los empleados puede ser beneficioso tanto para el individuo como para la empresa. Las personas que buscan tratamiento para el alcoholismo pueden necesitar apoyo en su reintegración al trabajo para evitar recaídas y mantener una vida laboral saludable.

El alcoholismo entre los jóvenes es un problema de salud pública que preocupa a nivel global.

• Prevalencia: El consumo de alcohol entre los jóvenes es común, y muchos empiezan a beber en la adolescencia. Esto puede evolucionar hacia un patrón de consumo problemático o incluso alcoholismo.
• Riesgos para la salud: El consumo excesivo de alcohol en una etapa temprana de la vida puede tener graves consecuencias para la salud, incluyendo daño cerebral, problemas hepáticos y trastornos mentales.
• Desarrollo cerebral: Los cerebros de los adolescentes están en desarrollo y son especialmente vulnerables a los efectos del alcohol. El consumo en exceso puede interferir en el desarrollo cognitivo y emocional.
• Presión social: La presión de grupo y la influencia de amigos pueden llevar a los jóvenes a beber alcohol, a veces en exceso, como una forma de encajar o de socializar.
• Problemas académicos y laborales: El alcoholismo en los jóvenes puede afectar su rendimiento académico y dificultar su entrada en el mundo laboral.
• Conductas de riesgo: El consumo excesivo de alcohol está relacionado con conductas de riesgo, como el consumo de drogas ilícitas, la conducción bajo los efectos del alcohol y las relaciones sexuales sin protección.
• Intervención temprana: Identificar y abordar el alcoholismo en jóvenes de manera temprana es fundamental para prevenir problemas a largo plazo. La educación sobre los riesgos del alcohol y el acceso a servicios de prevención y tratamiento son esenciales.

El consumo de alcohol suele comenzar durante la adolescencia y se hace más frecuente a medida que los adolescentes crecen. En 2021, menos de 2 de cada 100 adolescentes de 12 a 13 años informaron haber consumido alcohol en el último mes, y menos de 1 de cada 100 consumió alcohol de manera excesiva y peligrosa. Entre los encuestados de 16 a 17 años, menos de 1 de cada 5 informaron haber consumido alcohol, y menos de 1 de cada 10 informó haber consumido alcohol de manera excesiva y peligrosa.6 Es necesario implementar estrategias de prevención durante la adolescencia temprana para prevenir este aumento, particularmente porque el consumo temprano de alcohol se asocia con una mayor probabilidad de que se presenten diversas consecuencias relacionadas con el alcohol.

Históricamente, era más probable que los chicos adolescentes bebieran y consumieran alcohol de manera excesiva y peligrosa que las chicas. Ahora, esa relación se ha revertido. Durante los últimos años el consumo de alcohol ha disminuido más entre los chicos adolescentes que entre las chicas, y más chicas adolescentes que chicos informan consumir alcohol y consumirlo de manera excesiva y peligrosa.

Conclusión:

El alcoholismo, presente en todas las etapas de la vida, tiene consecuencias devastadoras para la salud física y mental, las relaciones personales y el rendimiento laboral. Tanto en adultos como en jóvenes, la prevención y la intervención temprana son esenciales. Este desafío persistente requiere una comprensión profunda y un enfoque integral para abordar sus múltiples facetas y promover la salud y el bienestar a lo largo de la vida.